¿Cómo formar pequeños emprendedores?

¿Cómo formar pequeños emprendedores?

Los niños que educamos hoy serán los adultos responsables del mundo del mañana. Quizás si formamos buenos emprendedores la sociedad y la economía encuentren nuevos caminos.

El 2020 fue un año de enseñanzas. El mundo cambió, las personas y las dinámicas sociales debieron reinventarse. La pandemia golpeó familias, comunidades, sectores económicos.

Pero aprendimos de resiliencia. Aprendimos de paciencia, a valorar el día a día, a atesorar las pequeñas cosas. Seguramente para muchos fue un año de aprendizaje y quizás para quienes somos padres, fue un año para recoger enseñanzas para nuestros hijos.

El emprendimiento fue la salida para muchas personas que perdieron su trabajo y es el camino de aquellos a los que les gusta el riesgo y hacer las cosas de una manera diferente. El boom de las startups y los negocios digitales nos demostró que quizás sí hay otra forma y que el ingenio es muy valioso en un mundo que parece ir cada vez más rápido.

Emprender no es sencillo, hay muchos retos, frustraciones y caídas, pero también hay enseñanzas y satisfacciones. ¿Por qué entonces deberíamos formar a nuestros hijos como emprendedores? Mi madre siempre decía que además de una carrera profesional, todos deberíamos aprender un oficio en caso de que la vida nos llevara por otros caminos. Pues creo que un niño que se atreve a emprender es un niño que está listo para cualquier camino que le muestre la vida.

El emprendimiento es esa capacidad que tenemos para crear soluciones que consiguen satisfacer una necesidad. Por eso emprender nos hace creativos, curiosos, críticos, resilientes, características que son valiosas en cualquier ámbito.

¿Cómo podemos enseñar a nuestros pequeños a ser emprendedores?

Formar niños emprendedores es creer en sus capacidades. El primer paso entonces siempre será potenciar su confianza y seguridad. Esto es primordial porque en el emprendimiento nos enfrentamos a muchos errores y fracasos y solo una confianza sólida nos puede ayudar a salir adelante.

Debemos fomentar su curiosidad y creatividad y una de las mejores maneras de hacerlo es a través del juego. Debemos tratar de mostrarles cómo funciona el mundo, siempre de manera segura pero permitiéndoles experimentar. Es importante contestar a todas las preguntas de los niños y cada vez que desconozcamos la respuesta, debemos hacérselo saber. Esa será la oportunidad perfecta para mostrarles y enseñarles a usar herramientas para que busquen sus propias respuestas.

Otro punto fundamental es impulsar el liderazgo de los pequeños. Hay que dejarlos tomar decisiones, darles poder sobre algunas situaciones para que aprendan a evaluar posibilidades. Es importante que los niños se sientan seguros a la hora de tomar una decisión y si se equivocan, es aún más importante que se sientan acompañados. Ante una equivocación la mejor opción es ofrecerles a los niños las herramientas para que evalúen el escenario, identifiquen el problema, piensen en soluciones y puedan tomar acciones.

Formar pequeños emprendedores no es otra cosa que fortalecer su carácter. Brindarles oportunidades y herramientas para descubrir y cambiar el mundo. Quizás las generaciones pasadas tenían en mente conseguir un trabajo estable y construir una familia. Los jóvenes emprendedores de ahora nos demuestran que es más importante construir nuevos caminos, cambiar las opciones, buscar el bien común e intentar ser mejores cada vez.

 

Fuente: Enter.co