Hace años los relojes inteligentes con los que controlamos una serie de parámetros físicos como el pulso o la cantidad de pasos que realizamos al día, eran caros y torpes. Sin embargo, con el tiempo estos sensores y otras muchas funciones se han ido incluyendo en pulseras más ligeras y con precios muy económicos.
Un ejemplo de ello es la Honor Band 5, la nueva propuesta en este sector de la marca Honor, que ha llegado para plantarle cara a la famosa Xiaomi Mi Band 4. Ambas marcas se miden de tú a tú ante los consumidores que buscan una pulsera con la que hacer ejercicio a bajo precio.
La Honor Band 5 se vende por un precio por debajo de los 30 euros y con una larga lista de características y funciones. Vamos a analizar en detalle cada aspecto de esta nueva pulsera, desde sus autonomía como los ejercicios que monitoriza, para saber si es verdad que es una de las mejores opciones ahora mismo en el mercado.
Diseño muy familiar
Honor ha vuelto a apostar por el diseño que ya presentó en el modelo anterior, la Band 4. Un diseño sencillo, cómodo y discreto al que podemos darle algo más de estilo con las correas de distintos colores.
Nosotros hemos probado la combinación más monocolor, reloj y pulsera negros, aunque podemos optar por correas de otros colores como el rosa o el azul. Todas de goma para adaptarse mejor a los distintos deportes, pero la de color negro, sin duda, juega con ventaja al crear ese efecto de que el dispositivo es una sola pieza.
El reloj es la pieza central. Cuenta con dos partes, la pantalla con el botón principal formando una superficie lisa con una ligera curva y después está la parte inferior pegada a la piel donde se encuentra los sensores que la ayudan a medir la frecuencia cardiaca o el nivel de oxígeno en sangre.
Los bordes de la correa se unen al reloj adaptándose a la forma central por lo que parece una sola pieza que termina adelgazando hasta convertirse en una correa delgada para ajustar a la muñeca.
En la caja viene una sola correa tamaño unisex que sirve tanto para muñecas más grandes como pequeñas. Como se aprecia en las imágenes, para las muñecas más delgadas, el tamaño de esta pulsera y el grosor del dispositivo puede resultar algo grande.
Sin embargo, durante el tiempo que la hemos llevado no nos ha parecido incómoda y al rato de llevarla puesta se te olvida que la llevas, a menos que una notificación o alarma no los recuerde. Tampoco a la hora de dormir ha resultado molesta en absoluto.
En el caso del material tampoco tenemos muchas quejas. Al ser de goma podría irritar la piel con facilidad, pero ésta es lo bastante suave como para cuidar la piel de la muñeca. Sólo la parte de los sensores, que sobresale un poco del resto de la pieza deja una marca en la piel al rato de llevarla puesta.
Pantalla suficiente para ver los datos
Ya que estamos hablando del diseño exterior de esta pulsera, vamos a seguir analizando uno de sus elementos más importantes, la pantalla. Honor ha confiado en un panel táctil AMOLED de sólo 0,95 pulgadas y 282 ppi.
El hecho de que sea AMOLED le da una presencia que pocas consiguen. Los colores de las esferas se ven mucho más vivos en ese fondo negro intenso. Esa intensidad ayuda también a que los datos se ven con mayor facilidad en el exterior cuando vamos haciendo ejercicio, sin necesidad de subir el brillo al máximo.
Una de las pegas que le hemos encontrado es que el nivel de brillo no se ajusta de manera automática, es necesario trastear por el apartado de configuración de la pulsera para subir el nivel o bajarlo según nos sea necesario.
No es un proceso difícil y contamos con hasta cinco niveles de brillo para cualquier momento, pero si es molesto para los que ya nos hemos acostumbrado a que estos dispositivos se ajusten solos según va cambiando la luz del entorno.
Los iconos y datos se ven bien, pero el tamaño de la pantalla se nos queda un poco corto si tenemos en cuenta el resto de superficie que queda entre los bordes y el botón para encender.
A pesar de que la pantalla es táctil ese botón sirve para activarla cuando el giro de muñeca está desactivado y para volver a la pantalla de inicio con la hora. Un botón más pequeño, incluso en un lateral nos hubiera dejado más espacio para una pantalla más grande.
Monitorización del ejercicio aproximada
Tanto desde el teléfono móvil como en la pulsera se pueden activar las distintas actividades físicas. No contamos con una gran lista de deportes, otras marcas ofrecen hasta equitación, yoga o patinaje, pero los sensores de estos dispositivos no son capaces de medir muchos de los parámetros necesarios para evaluar esos deportes.
Honor se ha quedado con las actividades más comunes y aquellas que podía analizar y monitorizar con mayor precisión: andar, correr, montar en bicicleta o nadar tanto en exteriores como en interiores son las principales; también tenemos otras actividades como remo, máquina elíptica o entrenamiento variado.
Aquellas que no implique desplazarse por un recorrido o pista, es decir, la bicicleta fija o la máquina elíptica, se miden principalmente con el tiempo y la frecuencia cardiaca. Mientras que el resto recaban más datos.
Sin GPS, las métricas se descabalan
Al no contar con GPS, dependemos del teléfono móvil para calcular más datos en carrera o ejercicio al aire libre. El problema es que para registrar esos datos debemos activar el ejercicio desde el móvil.
Si marcas la actividad desde el reloj, el móvil no registra el recorrido, sólo recoge los datos aportados por la pulsera, mientras que si conectas la actividad al empezar con la aplicación del móvil, registra con el GPS la ruta por la que entrenas.
Es un fallo destacable, la pulsera debería comunicarse con el móvil y pedirle a través de la app que registrara nuestra ubicación para que no fuera necesario usar el móvil antes de empezar a correr.
Para comprobar que los datos recogidos eran o no verídicos, hemos comparado los resultados con los de un reloj Garmin Forerunner 645 Music, que sí cuenta con GPS y es algo más preciso en cuanto a la monitorización en carrera al aire libre.
Los datos tanto de ritmo, como de frecuencia cardiaca son similares aunque no tan iguales. La gran diferencia está en la distancia recorrida, el día que usábamos el móvil para marcar el comienzo de la carrera, los datos eran algo similares al del reloj Garmin, mientras que el día que simplemente usábamos la pulsera, la distancia recorrida se dispara algo más de un kilómetro de los registrado por el reloj.
Además, de ser unos datos más inflados por la falta de GPS, nos quedamos sin la opción de revisar el recorrido marcado en el mapa, el cual si ofrece la aplicación al usar el GPS del móvil. Esta situación y la falta de precisión es normal en estos dispositivos, si queremos unos resultados mejores debemos optar por dispositivos de mayor rango como los relojes con GPS.
Natación: Band 5 y su relación con el agua
En natación, es capaz de contar las brazadas, al menos en teoría. Por las pruebas que hemos realizado, el resultado no es algo demasiado preciso. Sirve más bien para ver el tiempo que llevamos nadando y las pulsaciones, pero hay que apretar la pulsera algo más fuerte de los normal para que no haya espacio entre el sensor y la piel y conseguir un registro »fiable» de las pulsaciones.
Si lo que estamos buscando es una medición muy precisa para una actividad en concreto como puede ser la natación, tenemos que irnos a dispositivos especializados y más caros que encontramos en el mercado.
Por otro lado, tenemos que recalcar que la pantalla era más complicada de utilizar con las manos mojadas. Aún así sigue siendo una pulsera bastante útil si no queremos profundizar tanto en el entrenamiento.
Frecuencia cardiaca
Como hemos mencionado antes, la frecuencia cardiaca no es la más precisa, pero cumple con su misión de alertarnos de excesos a la hora de hacer ejercicio. Esta monitorización puede activarse de manera autónoma cuando hacemos ejercicio o de forma manual desde el reloj si en algún momento queremos comprobar el estado de nuestro ritmo cardiaco.
Medición del oxígeno en sangre
Esta es una función que se ha hecho de rogar, una actualización a finales del mes de septiembre ha incluido en la pulsera la posibilidad de medir el nivel de oxígeno en sangre.
Para los deportistas esta es una opción muy interesante pues con una buena oxigenación de la sangre, los músculos rinden más, por lo que debe ser un valor entre el 90 y el 100% cuando hacemos ejercicio. Los expertos recomiendan que el nivel no sea inferior al 89% si no queremos tener problemas de salud graves.
Para medir es necesario activarlo de manera manual desde la pulsera. De forma similar a la medición de la frecuencia cardiaca.
Más cosas que podemos hacer desde la pulsera
Honor ha decidido nutrir la pulsera Band 5 con algunos extras además de las funciones clásicas como la monitorización de la actividad física y la frecuencia cardiaca. Son funciones que a simple vista pueden parecer de menor importancia, pero acaban resultando muy útiles y marcan la diferencia con el resto de pulseras del mercado.
- Controlar la música
Esta función es realmente útil. Estés o no haciendo ejercicio, tener la posibilidad de controlar la música que escuchas sin depender del móvil es una comodidad a la que, una vez la pruebas, cuesta renunciar.
Para todos aquellos que no cuenten con auriculares con botones que les permitan subir y bajar el volumen o cambiar de canción, puede hacerlo desde la pulsera que llevan en la muñeca y así no tener que buscar el móvil en el bolso o sacarlo del bolsillo en el que lo llevan guardado.