Si estás estresado crónicamente, tu perro también podría estarlo

Los caninos absorben nuestras emociones, según un nuevo estudio de las hormonas del estrés realizado entre los dueños de perros y sus mascotas.

Una mirada a la cara expectante de su perro y al meneo de la cola puede iluminar incluso el peor día. Y cuando están enfermos, nos duele, también.

Ahora, un nuevo estudio muestra que esta relación funciona en ambos sentidos: los dueños que experimentan estrés y ansiedad a largo plazo pueden transmitirselo a sus perros.

«Los perros son muy buenos para entender a los seres humanos», dice la autora principal Lina Roth, una zoóloga de la Universidad de Linkoping en Suecia. «Definitivamente son mejores para entendernos que nosotros para entenderlos».

De hecho, la literatura revela la capacidad de los perros para interpretar señales no verbales de las personas. (Observa 19 maneras en que los perros nos dicen lo que quieren).

Esta habilidad ha sido perfeccionada durante decenas de miles de años por vivir con seres humanos. Cuando se domesticaron a los perros por primera vez, individuos que podían responder fácilmente a los seres humanos, tanto sus órdenes directas como su lenguaje corporal indirecto, tenían una pierna (o pata) sobre sus contrapartes socialmente desafiadas.

Con esto, sin embargo, aparece un potencial inconveniente: si sentimos miedo, nuestros perros también pueden sentirlo.

Estrés

Algunas personas naturalmente son más ansiosas y emocionalmente reactivas, un rasgo llamado neuroticismo. Roth planteó la hipótesis de que si un dueño padece de ansiedad autoinformada podría generarle estrés crónico a su mascota.

El equipo reclutó a 58 parejas de dueños de perros en Suecia, incluidos 33 perros pastores de Shetland y 25 border collies. Los propietarios llenaron cuestionarios sobre sus rasgos de personalidad y salud mental, así como los de sus mascotas.

Para discernir los niveles de estrés en ambas especies durante un período de varios meses, Roth y sus colegas midieron las concentraciones de la hormona del estrés cortisol en su cabello y pelaje. (Lee por qué los perros son más parecidos a nosotros de lo que pensábamos).

El cortisol aumenta de forma natural durante las situaciones de miedo, pero el efecto a largo plazo de la sustancia química se registra en el cabello y en el pelaje de crecimiento lento.

El equipo de Roth midió toda una gama de variables, como las diferencias estacionales en los niveles de actividad y el estilo de vida, pero la única que correspondía al nivel de ansiedad del perro era el nivel de ansiedad de su dueño. En otras palabras, un dueño con una alta cantidad de cortisol en su cabello también tenía un perro con una alta cantidad de cortisol.

La relación no funcionó en la dirección inversa: Roth no encontró pruebas de que los perros ansiosos crearan dueños nerviosos, según el estudio, publicado en la revista Scientific Reports el 6 de junio. En cambio, es probable que los perros detecten cambios sutiles, como las diferencias en el olor corporal de sus dueños y en los comportamientos como el ritmo, morderse las uñas e irritabilidad.

“Al principio, me sorprendió bastante eso. Pero para el perro, el dueño es una gran parte de su vida cotidiana, pero el dueño tiene el resto de su vida ahí fuera», dice Roth.

Stanley Coren, un experto en el comportamiento canino y psicólogo emérito de la Universidad de British Columbia, dijo que los resultados respaldan la evidencia continua de que «los perros leen nuestras emociones y responden en consecuencia».

Terapia de mascotas

El nuevo descubrimiento tampoco sugiere que las personas ansiosas no deberían adoptar perros, ni mucho menos, dice Coren. (Lee por qué los perros son tan amables).

En realidad, la presencia de un perro podría ayudar a los seres humanos agotados a relajarse: la Asociación de Trastornos de Ansiedad de América recomienda adoptar una mascota como una forma potencial de lidiar con los factores estresantes de la vida cotidiana. La investigación médica también ha demostrado que estar rodeado de perros puede disminuir la presión arterial.

Aunque los investigadores no midieron los efectos a largo plazo de la ansiedad de su dueño sobre la salud de su mascota, Coren desea que los propietarios consideren sus propios comportamientos cuando intenten comprender lo que le está sucediendo a sus cachorros.

FUENTE: www.nationalgeographicla.com