El secreto para unas tortitas de desayuno esponjosas

En casa las tortitas de desayuno están reservadas para ocasiones especiales. No hay cumpleaños, día de la madre, del padre u otra celebración que no empiece con ellas. Son una estupenda manera de arrancar el día, sobre todo si están bien hechas y quedan esponjosas, tiernas y en su punto justo de dulzor.

Para hacer unas buenas tortitas no hace falta ser un profesional, pero es clave organizarse y tener en mente el tiempo de elaboración que requieren. Por eso os contamos cómo conseguir unas tortitas de desayuno esponjosas y deliciosas con las que vuestros comensales os harán la ola.

Nosotros las solemos preparar en ocasiones especiales, cuando hay algo que celebrar o en los desayunos o meriendas del fin de semana. Si las planeamos para el desayuno, preparamos la masa el día anterior y la dejamos en la nevera toda la noche. Luego la usamos tal cual, sin atemperar, pues el contraste con la plancha caliente le sienta de maravilla a nuestras tortitas americanas y hace que queden súper esponjosas.

Ingredientes

Para 6 personas
  • Mantequilla fundida   30 g
  • Huevos    2
  • Leche entera   250 ml
  • Esencia de vainilla   ml
  • Harina bizcochona con levadura    200 g
  • Levadura química   15 g
  • Azúcar   40 g

Cómo hacer tortitas de desayuno esponjosas

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total  30 m
  • Elaboración   10 m
  • Cocción   20 m
  • Reposo  h

En un recipiente hondo batimos los huevos, la leche y la esencia de vainilla. En otro recipiente tamizamos la harina junto con la levadura, agregamos el azúcar y mezclamos. Hacemos un hueco en el centro y vertemos en él los ingredientes húmedos. Removemos con unas varillas hasta integrar.

Por último añadimos la mantequilla, fundida y atemperada, y batimos hasta obtener una mezcla homogénea. Cubrimos el recipiente con papel film y dejamos reposar la mezcla en la nevera durante al menos una hora, aunque lo mejor es hacerla la noche anterior y dejar que repose más tiempo.

Calentamos una plancha a temperatura media. Cuando esté caliente vertemos sobre ella pequeñas porciones de la masa. Cuando empiecen a salir pequeñas burbujas en la superficie, volteamos y cocemos por el otro lado hasta dorar.

Repetimos la operación hasta terminar con la masa. Para que las tortitas no se enfríen mientras hacemos el resto las colocamos sobre un plato cubierto con un trapo de cocina limpio. Las podemos conservar en el horno a baja temperatura, unos 50º C.

Fuente: www.directoalpaladar.com