Dos formas de hacer dulce de leche casero

Desde hace 25 años, cada 11 de octubre se celebra el Día Mundial del Dulce de Leche o World Dulce de Leche Day. Homenaje a uno de los productos más representativos de Argentina, reconocido como Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico del país, muy popular también en otros países de América Latina e, incluso, en Francia.

Este icono de la gastronomía argentina está cargado de mitos sobre su origen. Unos defienden que el dulce de leche fue creado por casualidad en 1829, cuando una criada del general Juan Manuel de Rosas corrió a avisarle que su enemigo Lavalle se encontraba en la casa, olvidando una olla con leche y azúcar en el fuego.

Otras teorías sobre el origen del dulce de leche aseguran que el libertador José de San Martín degustó el dulce durante su estancia en Chile y también hay quienes sitúan su origen en la Francia de Napoléon, en 1815, donde se consumía confiture de lait, un dulce muy similar al dulce de leche latinoamericano actual.

Sea cual fuere su origen, el dulce de leche es nos tiene robado el corazón. Es muy fácil de preparar y os lo demostramos con dos maneras de hacer dulce de leche casero, la tradicional y la rápida. Pero la cosa no acaba ahí, también os mostramos siete recetas en que utilizarlo…si es que no os lo coméis antes a cucharadas.

Dos formas de hacer dulce de leche casero

Tradicional

Preparar dulce de leche de manera tradicional lleva su tiempo de elaboración, pero no tiene complicación alguna. La satisfacción personal de lo casero y el resultado tan soberbio lo hacen merecedor de invertir el tiempo que requiere. Es mucho más suave y rico que el comercial.

Dulce de leche tradicional

Arrancamos el proceso calentando un litro de leche (mejor si es entera) con 350 gramos de azúcar. Lo haremos a fuego medio para que este último se disuelva. Añadimos media cucharadita de bicarbonato sódico. Si queremos aromatizar el dulce de leche, podemos incorporar un pizca de esencia de vainilla (extracto o semillas también valdrán).

Cocemos la mezcla durante unas dos horas, a fuego bajo y sin dejar que hierva, removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera para que no se agarre a la base de la cazuela. El agua que contiene la leche se irá evaporando, el líquido disminuirá y notaremos cómo, poco a poco, se va espesando y tomando color. El tiempo es un poco orientativo, según el fuego de cada uno. La última hora es la más delicada ya que el dulce de leche está más espeso y no debemos dejar de remover para evitar grumos o que se pegue al fondo de la cazuela.

Retiramos del fuego cuando consigamos una consistencia similar a la de una natilla. Fuera del fuego seguimos removiendo durante cinco a diez minutos más para que el dulce de leche se enfríe un poco. Notaremos como todavía se espesa y reduce un poco más. Una vez frío del todo, vertemos en frascos y guardamos en la nevera durante un máximo de dos semanas.

En olla rápida

Este dulce de leche se puede elaborar en una cacerola, pero si lo hacemos en olla rápida (exprés o a presión) reducimos considerablemente el tiempo de cocción y no hace falta prestar atención alguna al proceso. Sólo hay que estar al tanto para apagar el fuego llegado el momento y retirar la olla de la fuente de calor.

Dulce de leche en olla exprés

Está chupado. Introducimos un bote de 740 gramos de leche condensada en la olla y cubrimos con agua, sin pasarnos del tope recomendado. Cerramos, colocamos la válvula en posición 2 y llevamos a ebullición. Cuando el vapor comience a salir por la válvula, contamos 20-30 minutos.

El tiempo de cocción dependerá del punto de caramelizado y de la densidad que le queramos dar al dulce de leche. Cuanto más tiempo, más denso y oscuro, y viceversa.

Transcurrido este tiempo, retiramos la olla de la fuente de calor y dejamos que pierda la presión acumulada antes de abrir. Retiramos el bote con ayuda de unas pinzas y dejamos que enfríe antes de abrir, nunca en caliente.

 

Fuente: www.directoalpaladar.com